viernes, 18 de septiembre de 2015

Aquella poesía presente en el futuro

Cierre del II Festival Internacional de Poesía (2014). Foto: Camila Toledo.

«El tiempo presente y el tiempo pasado / Están ambos presentes en el tiempo futuro / Y el tiempo futuro inserto en el tiempo pasado», nos decía T. S. Eliot en uno de sus célebres Cuatro cuartetos. Hay en la poesía mucho de esa disolución: la que provoca, quizá, la belleza levantada con los escombros de la palabra. El Festival Internacional de Poesía de Mendoza es joven, pero quiere desde su concepción haber nacido para seguir siendo. Quiere que su breve tradición se instale, revalidada en el presente de cada nueva edición, con la mirada puesta (como un verso encabalgado) en el que va a venir.

Una vez más –como en 2013 y en 2014– la poesía se reúne en la Feria del Libro de Mendoza, que cobija el Espacio Cultural Julio Le Parc, para seguir celebrando la mera reunión de poetas dispuestos a decir su obra en voz alta.

En este año, autores nacidos en Colombia, Bielorrusia, Estados Unidos y Chile se suman a los argentinos para hacer de Mendoza también, por el fugaz espacio de un poema, un lugar sin tiempo. Y es que si hemos de confiar en que algo sea capaz de conseguir tal prodigio, confiemos en la poesía.


Director del festival

Luis Ábrego


Luis Ábrego nació en Mendoza en 1966. Se graduó como Licenciado en Comunicación Social en la UNCuyo. Fue periodista de diversos medios de Mendoza. Actualmente es editor en diario Los Andes y docente de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNCuyo.
Integró el grupo parapoético Las Malas Lenguas, de influyente actividad en las postrimerías de la década del ’80 del siglo XX.
Su único libro de poemas, Letanía beat, con prólogo de Andrés Calamaro, fue publicado en 1998 por la editorial Diógenes.

* * *

Distorsión

La perla de tu aro
dándome justo en el ojo.
Somos algo más que un abrazo.
Tal vez tiempo,
o un accidente del cosmos.
Como un Challenger errático.
O un simple destello del Big Bang.
La desesperación es nada más
que un espejo deformado.
El que habla de nuestras ganas iconoclastas
de sacarle la nariz a los payasos.
Las gorras ampulosas a los policías.
O de hacer un fuck you en plena misa.


Tríptico fugaz

«Lo que se ve, se ama, se pierde»
Luis A. Spinetta

I - Lo que se ve

No hay escándalos de sorpresa
cuando aparecés por las calles.
Es un flash
con fondo montañés.


II - Se ama

Por momentos
siento la velocidad
de tu carne joven.
Acortándome la vida.
Alargándome la pasión.


III - Se pierde

Hasta la visión del paraíso
termina derrotada
por los disparos del reloj.
Partir.
No tener la certeza
de volver a tejer
crucigramas con tus ojos.

(de Letanía beat)

Ulises Naranjo



Periodista, escritor, documentalista y trabajador de la cárceles de Mendoza. Ha sido director del diario MDZ, del cual actualmente es editor y es director periodístico de la revista Turismo & Sabores. Cursó la carrera de Letras de la UNCuyo. Ha sido columnista de los diarios Uno, Jornada y MDZ, además de Radio Nihuil. Ha sido articulista de Encarta, de Microsoft. Entre sus documentales, se destacan Fernando Lorenzo, extranjero en su tierra –sobre el gran poeta mendocino– y No llegués hasta acá –sobre la vida en las cárceles mendocinas–. Ha ganado diversos premios nacionales y provinciales, literarios y periodísticos. Ha dirigido talleres de teatro, cine, radio y televisión en las cárceles mendocinas y dictado cursos y conferencias sobre comunicación y literatura, además de participar como jurado en certámenes de literatura, teatro, cine y comunicación. Luego de la publicación de su libro de poemas Big Bang, hace 19 años, decidió no volver a publicar poesía, quién sabe hasta cuándo...

* * *

Destilación prohibida en las dunas de la memoria.
Un líquido casi de viento
brota de entre los perros custodios del destino.
Brota y se arrastra ensortijando un cuerpo.
Un líquido volcánico, lengua de serpiente.
Un cuerpo mojado, nada más bello.
Una fatalidad sin mella todavía se ofrece
para que la vieja pena seque al sol sus banderines
Un cuerpo de piel salobre, piedra partida
y un líquido breve: saliva de ángel.
El universo es una gota de barro en la tormenta



51

I

Variaciones de las ruinas:
un pájaro de polvo y una rata con plumas
tallan en la piedra escalones de espuma
y graban en la arena sentencias gozosas:

Hubo una aguja incrustada en la tierra
y hubo animales cobijados en su sombra.
Hubo una franja de espasmos simétricos
con un gesto más amplio que la memoria.

Ahora la imagen es una anémico perfume
y la mirada un cometa abandonado.


II

Hubo una vez
en el asombro licuado que saborean los bachilleres
y el cribado silencio que eclipsan las trompetas
un dulce silbido de espada elegida
cortando el espacio como leche de dios.

Hubo una vez
en el aire caliente de la tripa mundana
y en el músculo endurecido del alba
una gota de olvido en la cabellera del agua.


III

La ausencia es un escote de luz
que insiste desde el fondo hasta volverse imagen
cicatrices confabuladas con el buril de las arrugas
abismos barajados con crepúsculos del infierno
sueños enredados con resoluciones del cansancio.

La certeza dura
hasta que el fuego ya no tolera los relieves
y hasta que el agua ya no consiente los indicios.


(de Big bang)

Adelina Lo Bue


Adelina Lo Bue nació en Mendoza en 1953. Participó en la Antología Oral (sección Literatura Argentina) de la St. Thomas University (New Brunswick, Canadá) en 1989, 1990 y 2000. Su libro Poema del universo fue distinguido en 1998 con la mención de honor del Concurso de Literatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Poemas de su autoría fueron traducidos al francés por Chantal Enright y Elina Cohen y publicados en Voix d’Argentine - Cahiers Bleus (París, 2006).
Publicó los libros de poemas Línea de fuego (1995), Mapas (1999), Poema del universo (1999), Elegías (1999) y Señales rupestres (2009).

* * *

Flores silvestres

No apagues tus ojos
No los apagues
Este camino
No lo conozco

*

Edificios de acero y cristal
Reciclados
Terrenos baldíos
Paredes que trepidan junto a brotes de cañas

Un paraíso de laptop es la plaza y tu barrio

(...)

Estatua

Cuando el sol se demora en la montaña
un huerto
descubre la ciudad oscura
que un dios construyó en una noche

Tu costado es tierra rojiza

No sigas largas rutas
ni las filas de los espectadores de los cines

Detrás de la puerta de tu cuarto
solitaria estatua de mármol blando

Una vela encendida es la luz

La noche es un ungüento que fluye

Pedro Straniero



Pedro Straniero nació en Mendoza en 1955. Fue bibliotecario, pasó por la carrera de Letras de al UNCuyo y luego ingresó como periodista a diario Los Andes, donde actualmente integra la sección Internacionales. En 1983 cofundó la editorial Estamos Vivos. En Panamá se editó su libro El cielo por las astas. Participó con sus poemas en diversas revistas y suplementos culturales.
En 1995 se publicó su único libro de poemas editado en la Argentina: Beso mostaza.


* * *

No todo está perdido

Pocas cosas están bien.
El aljibe de tus ojos,
por ejemplo,
donde van mis coyotes a beber.


Dote

A través de mí tu amor irá subiendo
como un pez forajido
en camino de las últimas lagunas.
Cesará el hombre
y entonces tu amor será colono en los planetas,
cuña entre los ángeles,
buscador de Dios con una vara.
Cuando tu amor salga de mí como un ánima traviesa,
dejará un niño abandonado en las puertas del palacio,
solo, gordo y venturoso.


(de Beso mostaza)


Carolina Urbano


Carolina Urbano Guzmán nació en Pasto (Colombia), en 1974. Profesional en Filosofía y Letras por la Universidad de Caldas, Magíster en Filosofía por la Universidad Nacional de Colombia. Actualmente adelanta estudios de Maestría en Literatura Española y Latinoamericana en la Universidad de Buenos Aires donde reside. Miembro del Comité Editorial de la Revista de Poesía  Luna Nueva, columnista del semanario El Tabloide de Tuluá.  Ha sido docente en diferentes universidades del país como: Universidad Jorge Tadeo Lozano de Bogotá, Universidad Libre Seccional Cali, Universidad del Valle sede Caicedonia, Universidad Central del Valle (UCEVA). Ha publicado los libros: Cómo hablar de lo indecible con alguien imposible (2014) de microrrelatos y el libro Los colores de van Gogh (2014) de poesía.

* * *

Los colores de Van Gogh

Tu destino depende del color de los sentidos,
el gris se unta de sombra
y recuerdo
es la agonía de los días,
una cadencia de sueños.

Tus pies descalzos viajan
por la brasa azul de las estrellas
y no te conducen al mar.

Tal vez si no hubieras tocado el ocre
el rojo-marrón, rojo-pardo de tu alma
que sembraste en las mejillas
en los labios
en los olores de prostíbulos
y pieles descarnadas,
podríamos tejer tu suerte
con las fibras del lienzo.

Pero quisiste huir por la ventana
iluminando tus ojos con el trigo.


Las horas

Azul la melancólica frase
de una guitarra que no para más.
Azul el misterio incansable
que se sobrecoge en un día callado.
Azul el susurro apagado en la boca y un matiz
que tiembla cuando las manos
ya no expresan rápido
y bajan por el tiempo acercando las estrellas hacia ti.

Nada pueden hacer ante ese azul que habla
de la fatiga en las calles
de los que quieren llegar a tiempo
y siempre es tarde.

Aun así
abre la ventana sin que el azul te refleje,
habla de lo claro que resulta
caminar sin prisa
pero a tiempo.

Brilla el sonar lento de los campanarios
el amarillo.

(de Los colores de Van Gogh)

Ricardo Costa


Ricardo Costa es docente, escritor y promotor de lectura. Reside en la ciudad de Neuquén, Patagonia. Obras publicadas: Casa mordaza (Libros de Tierra Firme, Bs.As 1990); Homo dixit (Libros de Tierra Firme, Bs.As1993); Teatro teorema (Libros de Tierra Firme, Bs.As1996); Danza curva (Ed. Del Dock, Bs.As 1999); Veda negra (Ed. Del Dock, Bs.As 2001),  Mundo crudo: Patagonia satori (Ed. Limón, Bs.As 2005); Fenómeno natural (CODIC. Premio Adúriz 2012) y Crónica menor: antología mezquina (Ed. Con DobleZZ, 2015).
En 2007 publicó el ensayo Un referente fundacional. Ed. El Suri Porfiado. Bs. Aires 2007.
En 2011 publicó la novela Fauna terca. Ed. El Suri Porfiado.
Algunos reconocimientos: Concurso Becas y Subsidios a la Creación Artística- Fundación Antorchas 1995; Primer Premio Fondo Nacional de las Artes 1998; Tercer Premio Concurso Iberoamericano de Poesía Neruda, Temuco, Chile 2000;  Conc. Poesía en Tierra. Fondo de Cultura Económica-Centro cultural de España 2004; Primer Premio II Concurso Nacional de Poesía Javier Adúriz 2012.

En 2008, en México, su obra Mundo crudo: Patagonia satori fue ganadora del Premio Internacional de Poesía Macedonio Palomino para obra publicada.

* * *

Una naranja

EL cuchillo recorta circularmente la naranja
bajo su cáscara.
Hace correr el jugo entre el filo y la pulpa,
marcando el cauce de un camino líquido 
que rodea a la fruta para venirse a tu mano.
Viéndote ejecutar esa maniobra, pienso que
algo terrible ocurriría con mi corazón
si tu apetito cayera en desgracia.
Ese movimiento giratorio, ese descascarar
en crudo para llegar al brillo de la pulpa,
daría con la parte más débil de un hombre
y la desnudez de su sangre brotaría hasta
manchar sus ojos de la manera más vergonzosa.
La diferencia la marcaría el ángel que mueve
tus manos.
Porque la fruta gira entre tus dedos para que
su carne se abra por entero a la luz.
En cambio, un corazón se pudre si no se lo corta
en el momento preciso.
Queda dudando lejos, cavado en una ruina oscura,
a treinta y cinco centímetros por debajo
de la boca.

(de Mundo crudo: Patagonia satori)


Fenómeno natural

El viento aniquila la luz en esta parte del mundo.
Cada vez que sopla contra la casa, nada parece merecer 
la más mínima contemplación. 
Yo pensaba que una familia entera estaría abrazándose 
ahora mismo bajo las cobijas y rogando por la clavadura 
de las chapas contra el techo.
Ruedan botellas en el patio.
Se desgaja la ropa colgada. 
Un pollo escapa y resiste bajo el piletón de lavar.
Todo el aliento muerto de la miseria parece ahogarse 
contra esas cuatro paredes. 
Sin embargo, en apoyo oblicuo contra el viento, 
la hija sale de la casa, se acurruca junto al pollo 
y comienza a cantarle suave.
A pesar del temporal, ella cree que el amor es un fenómeno natural 
que habita en lo más pequeño de la estepa.
Por eso abraza al animal y se convence de que la brutalidad del aire
es un mundo vacío que va muriéndose de a poco.

(de Fenómeno natural)

Yvan Conna



Yvan Conna nació en New York (Estados Unidos) en 1977. Es arquitecto y profesor en las Cátedras de Psicología de la Percepción, Ambiente 2 y Producción de Muebles en Arquitectura y Diseño de la Universidad de Mendoza. Especialista en Paisajismo (UM+Virginia Tech University). Máster en Arquitectura y Urbanismo (Universidad de León). 
Publicó dos poemarios: Naufragios en la noche (2008) y Exilios de un corazón (2010). En 2013 participó en Palabras que afectan. Recopilación de escritores mendocinos online. Parte II (DGE). Participó también del libro Historia de Luján por lujaninos II (2010). Fue seleccionado para La ruptura del silencio Antología de Poesía Mendocina Contemporánea de la DGE (2009). En 2009 obtuvo una Beca del Taller de Poesía del Fondo Nacional de las Artes, dirigido por Alicia Genovese. Seleccionado en 13 ocasiones por el Centro de Estudios Poéticos de Madrid para sus antologías poéticas. Finalista en el VI y VII Concurso Internacional Angel Ganivet 2012 y 2013. Finlandia. En 1998 recibió mención por la SADE.

* * *


La Quiaca

Camino a la Quiaca
una línea interminable
profunda al norte
se incrusta en la ausencia.
Rasga la quebrada hasta liberarse
hasta dibujar un trazo
que rompe la frontera.


Frida Kahlo

Frida se rompe
Frida se quiebra
Frida masturba a los morbosos
con su frialdad ante la muerte
vive con la certeza de saltar los límites.
Frida define una mujer
el siglo XX a sus pies
rinde homenaje y contempla.
Frida guarda secretos y escondites
junto a Diego

en su casa azul.

(de la serie Poemas en Latinoamérica)

Diego Roel


Diego Roel nació en Temperley, Provincia de Buenos Aires, en 1980. Publicó Padre Tótem/ Oscuros umbrales de revelación (Libros de Tierra Firme, 2004), Diario del insomnio (Libros de Tierra Firme, 2005), Cuaderno de desierto (Libros de Tierra Firme, 2007), Las variaciones del mundo (El Mono Armado, 2010), Los Jardines del Aire (El Mono Armado, 2012), Dice Jonás (El mono Armado, 2015) y Vía lucis (en prensa, Ediciones del Dock, 2015).

Actualmente reside en La Plata.

* * * 

Via Lucis

                  El que Es Sin defecto y Grande, ha tocado justo ahora una pequeña 
                              morada para que se vea un milagro y pueda formar letras desconocidas,          
                               y pronunciar una lengua ignota y también que pueda tocar por sí misma
                                 multiformes y armoniosas melodías.

Hildegard von Bingen, Carta al Papa Anastasio IV



El que Es Sin defecto y Grande
me habló a mí, que soy pequeña y triste,
para que pueda formar en mi mente letras desconocidas,
para que de mi boca salga un verbo nuevo,
una expresión más leve, una palabra que atraviese
  los mares y las islas,
que resuene en los últimos términos de la tierra.

Sí, yo siempre estuve callada y guardé silencio.

Pero ahora Tu Voz en mí se expande y multiplica
como voces de mujer que está de parto,
como voces de mujer que está muriendo.

Ahora Tu Voz en mí se expande.

Cuando pase a través de las aguas del gran Río
no me anegarán sus corrientes.
Cuando salte en medio de las llamas
no me quemaré.

El que Es Sin defecto y Grande
me habló a mí, que soy pequeña y triste.


Lengua ignota

Pero,
¿cómo decir al mismo tiempo
que cuerpo que madre que padre
que madre que cielo que puerto del aire
que cielo que luz dorada del padre
que pozo que madre que cuerpo del padre
que padre que dios que cielo que madre
que madre que luz del pozo del aire
que cuerpo que luz que cuerpo que luz
            madre?

¿Cómo decirlo?




Del libro Vía Lucis, en prensa, Ediciones del Dock, 2015.

Lía Truglio de Farina



Lía Truglio de Farina nació en Capital Federal hace 74 años. Reside actualmente en Luján de
Cuyo (Mendoza). Fue docente y Subdirectora de Cultura de la Municipalidad de Luján de Cuyo.
Coordinó durante 20 años el grupo poético La Trampa. Fue Distinguida por la Honorable Cámara de Diputados de la provincia de Mendoza por su trayectoria en las letras. Lo propio hizo el Concejo Deliberante de Luján, en tres oportunidades. Recibió en España el premio de la Universidad de Gijón y en Francia en la Casa de Altos Estudios para las Lenguas Latinoamericanas de la Universidad de la Sorbona. Junto a esos ha recibido más de 40 premios, todos por su labor en poesía.
Ha publicado Versos para Ana (Premio Ateneo Jovellanos, España) y Ángeles prostibularios (con Dino Humberto Singarella).

* * *

está por llover, ana,
y la lluvia nos lavará los ojos,
volvemos a asomar la mirada hacia la gente
que vive siempre afuera,
sintiendo desde adentro el aliento que alienta
para encender fogatas entre los que caminan,
para afilar cuchillos,
y desgajar el amor que no fue dicho
con los dedos que pintan las sosegadas calles
de volcanes y puentes

ana, esta trampa-muralla que llamamos ciudad
es nuestro puerto de cada día,
no lo podemos imaginar más lejos
o donde las cosas tengan nombres diferentes
y los hombres otras historias dolorosas y válidad

el sol es una pálidad línea entre los árboles

y no somos la historia
tan sólo un día más

(de Versos para Ana)

Aldo Rocamora



Aldo Rocamora nace en 1949 en Los Andes, Chile. Allí hace sus estudios primarios y secundarios. De adolescente viaja a Santiago para estudiar, en la Universidad de Chile, la carrera de Historia y Geografía. Por su militancia política, le caducan la matrícula. Viaja a la Argentina en 1974, donde se radica. Allí desarrolla diversos oficios; cosechador, albañil, soldador, comerciante, fletero. Se casa, tiene tres hijos.
Su carrera literaria la inicia a finales de los ’90. Ha publicado dos libros de poesía: Poemas para discutir y  Poemas del boxeador que no contesta. Además edita en prosa: Relatos desiguales y combinados y Los cascarudos de Beazley y otros cuentos. Tiene en preparación; La razon de la sinrazón (ensayos) y Aplastante peso el de la mirada (poesía), entre varios otros.
Es miembro del grupo La Colmena y de Epicentro Escritores.

* * *

Vergüenza de mí

Mártires de Guantánamo,
Kabul, Bagdad, Trípoli, Damasco y la Franja de Gaza,
lacre infecto que sella las siete aberturas
de la condición humana.
Manchas atroces horadando la retina del Hombre,
gancho carnicero con órganos sanguinolentos
que no se van a orear nunca.

Tanta ignominia que,
maltrata la campana sumergida de la conciencia
como otrora, los ghetos de Varsovia,
Auswihtz y Trebinka.

¿Para cuándo un Goya o un Picasso?
¡Alguien que pinte un cuadro!
¡Alguien que escriba un libro!
Algún grito, aunque sea trunco
ante tanto silencio dilapidado.
En última instancia apelo
a la vergüenza de la memoria,
aquella boya insumergible
que con su dedo índice apunta
hacia todas las madrigueras.

¿No ven que incluidos en este inframundo
nuestra raza ya no tiene coartada?
con razón, arrastra su infecto carruaje
que conduce derecho al exterminio.
No ven, que después de este tiempo;
no va haber otro tiempo.


Memoria de Alcalde

Recién ahora me entero
que Alfonso Alcalde ha muerto
se ahorcó con un cinturón de cuero
en aquel humedal del Sur de Chile
que con avidez fagocita todo.
Concepción fue su tumba apetecida,
Concepción y la  ironía del su nombre
la playa de Tomé para ser más exactos
Seguro el Bio-Bio, asistió impasible y ajeno en la distancia
escarbando cantos rodados con su azadón transparente..

Alfonso Alcalde cantor de afuerinos,  putas y marginales,
muere y  con el muere la más probable Ilíada de los pobres

Si algo me hacía falta para sepultar a Dios
tengo como prueba el cadáver del poeta
acorralado por moscas negras
que seguirá  colgado eternamente
en el umbral de conventillo, allá en Tomé

La crónica dice que ya estaba ciego
creo que en realidad  Alcalde
se negó a ver el espantoso derrotero del Hombre.

miércoles, 16 de septiembre de 2015

Tom Maver



Tom Maver nació en Buenos Aires, 1985. Poeta y traductor, estudió poesía con Osvaldo Bossi y Walter Cassara. Traduce principalmente poesía estadounidense, y publica algunas de esas traducciones en su blog Hasta Donde Llega la Voz. Desde el 2013 edita junto a Patricio Foglia el blog Malón Malón.
Fue editor de Viajero Insomne Editora. Actualmente dicta talleres de poesía junto a Martín Vázquez Grillé.
En 2009 publicó Yo, la incesante nieve (poesía).

* * *

Estas piedras dispersas
¿qué fueron: una muralla,
una columna, una estatua griega?

No sé qué dicen.
Hablan diferentes lenguas
al responder de dónde vienen
las partes de mi corazón.

Me asusta
que en su desvarío
llegue un punto en que empiezan
a hablar cuerdamente
acerca de su locura.
No razonan en su pasión
sino que apasionan su razonamiento
hasta velar las explicaciones

Yo sigo el curso sacudido
de sus desacuerdos porque me sirve
para descifrar lo que en verdad piensan
 acerca de cuando estaban unidas
y yo aún sabía lo que pasaba en mi corazón.



Hablarte mientras dormís
es lo más parecido que conozco
a escribir un poema.

Sujetada a tu respiración, amagás
con irte, con quedarte.

Es como si no estuvieras del todo
y esa suerte de intermitencia
me va guiando en lo que digo.

Paso la mano por tu cuerpo
y se hunde en el puente
que atraviesa de ayer a hoy
y te pierdo y te sigo en el pasaje.

¿Qué se oye, qué dirección
toma ese largo devaneo?

Las frases te acarician el cuerpo,
te tapan y sin querer te olvidan
en su afán de acomodar
el rasgueo de tu respiración
al tono oscuro de mi voz.

¿Qué le hace a uno alargar más
y más la declaración, hasta casi sabotearle
lo poco que tiene que decir
para quedarse revoloteando
alrededor del silencio como
de un fuego que mantiene despierto
al enamorado de las palabras?

¿Qué duración, qué soledad
atraviesa el insomne
con la sospecha de que, quizá, no esté solo
en la inmensa noche?

Es posible que más tarde
llegue de algún lugar
inexistente para mí
y sin terminar de abrir los ojos
estire la mano, diga alguna cosa
y yo, del lado del día,
en medio de la nada, la oiga mansamente.


(de Yo, la incesante nieve)

Juan Martín Suriani



Juan Martín Suriani nació en San Luis en 1978. Es profesor y licenciado en historia egresado de la facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Cuyo. En la actualidad se desempeña como profesor de Historia de Asia y África contemporánea en los profesorados de historia de los Institutos de Educación Superior T-004 y 9-030. También se desempaña como profesor adjunto de la cátedra Historia y Geografía Latinoamericana y Argentina de la Facultad de Educación Elemental y Especial, Universidad Nacional de Cuyo.
A esa voz es su primer libro de poemas publicado.

* * *

Amores imposibles de la adolescencia

Ya andan por el tercer o cuarto hijo,
por el marido huraño y los pedidos
de fiado en el mercado de la vuelta.
Ya son unas de tantas
vecinas que intercambian comentarios
en la verdulería. Cada noche
recurren a cosméticos confiando
en restaurar tersuras destronadas.
Ya no lucen escotes ni puperas.
No es su cabello aparición ondeante
que exalta el resplandor de las pupilas.
Ya nadie se da vuelta
para verlas cruzar en cada esquina.
Barren veredas, sacan la basura
cuelgan prendas al sol, planchan camisas
sufren mirando la telenovela.

Y aun así nos duelen todavía.


Entre Sófocles y Hobbes


El hombre de hoy, de ayer, el de mañana
están aquí, son éste
que abandona a su madre o alza el puño
contra su único hermano.

Porque no hay más ley
                          que Homo Homini Lupus;
ni otra redención
                          que el hecho de jamás haber nacido.


(de A esa voz)

Natalia Litvinova



Natalia Litvinova nació en Gómel, Bielorrusia, en septiembre de 1986. Actualmente reside en Argentina. Es poeta y traductora de poetas rusos.
Publicó: Esteparia (Ediciones del Dock, 2010), reeditado en el año 2013 en España y en Uruguay, Balbuceo de la noche (Melón Editora, 2012), Grieta (Gog y Magog, 2012, reeditado en España y en Costa Rica), Rocío animal (La Pulga Renga, 2013), Todo ajeno (Vaso Roto, 2013) y Cuerpos textualizados (Letra viva, 2014) escrito en coautoría con Javier Galarza.
Compiló y tradujo las antologías El ruido de la existencia (Editorial Leviatán, 2013) de los poetas rusos Vladislav Jodasevich y Serguéi Esénin, y El espejo equivocado (Melón Editora, 2013) de Cherubina de Gabriak. En 2016  la editorial Vaso roto publicará sus versiones de Innokenti Ánnenski.
En 2015 su poesía fue traducida al francés y publicada por la editorial francesa Al Manar.
Da cursos en la Fundación Centro Psicoanalítico Argentino y coordina la sección dedicada a las letras argentinas de la Revista Ombligo.

* * *

Enumeración del silencio

Un animal atraviesa el claro.
Sobre los párpados se asienta el polvo.

La tormenta se trama entre cuatro vientos.
En las paredes suspiran las grietas.

La palabra se detiene. Una estrella cae.

Mejor hagamos silencio.

La eternidad es corta.


(de Grieta)


Equivocado

Hoy soñé que marcaba un teléfono cualquiera
y me atendías.
Te dije que estaba desnuda y que alguien corría tras de mí.
Me respondiste que colgara, y que nadie debía alcanzarme.
Estás envejeciendo en mis sueños, la nieve te dibuja canas.
Mirás el cuerpo cansado de una rata
que no puede hacer camino a través del hielo.
No sabés si patearla hacia los copos de la muerte

o hacia los ataúdes de la nieve.

Marcelo Díaz



Marcelo Díaz nació en Villa Mercedes (San Luis) en 1981, pero vive en Río Cuarto (Córdoba). Es profesor y licenciado en Lengua y Literatura.
Publicó La sombrilla de Wittgenstein (poesía, 2009), Newton y yo (prólogo María Teresa Andruetto, poesía, 2011) y El fin del realismo (poesía, 2014).
Participó en la antología Es lo que hay en el año 2009 realizada por Lidia Lardone. Textos suyos aparecieron en Revista Ñ, Poesía Argentina, Corrientes y No-retornable.

* * *

El astronauta

En la madrugada las estrellas y las ecuaciones
tejen la red de una araña negra
que mastica los huesos de la noche.
Sobre la escuela volaba un avión comercial
que dejaba una cicatriz de humo en el cielo
y dije: “yo quiero ser Neil Amstrong”.
En el guardapolvo llevaba un mapa de ruta
para salir de la atmósfera
y dibujar otro barrio en el cosmos.
Pero los recuerdos felices funcionan
tan sólo como recuerdos felices:
ahora ensayo pasos de astronauta
para cruzar la calle.

(de Newton y yo)


Invierno

Manejabas en la noche y chocaste un ciervo.
Encendimos las linternas, no encontramos a nadie.
Éramos animales solitarios que
se extendían por el territorio como
la sombra de una mancha solar. La aceleración del motor
idéntica a la de las nubes del horizonte.
De haber tenido un perro rastreador
hubiese sido diferente. Existen espacios en blanco
que ni la fuerza de gravedad puede enmendar.
¿Dormiremos en el pico de los árboles
donde descansa nuestro auto
y nos desintegraremos con los campos
concentrados en la calma de los pájaros?
Lo más probable es que sin luz
perdamos la transparencia. Este accidente
no puede ser sino pieza de una maquinaria
con la misión precisa de fabricar olvido.
Aprendemos a cuidarnos
de los ángulos de la pérdida
como de la oscuridad que dejamos atrás
después de la onda expansiva.
En las rutas del futuro no existirán animales
que se eleven por el asfalto ni tampoco
seres como nosotros dispersos por el aire
como una llamarada
moviéndonos en la dirección del invierno.

(de El fin del realismo)

martes, 15 de septiembre de 2015

Ricardo Rojas Ayrala


Ricardo Rojas Ayrala nació en Buenos Aires, en 1968. Poeta y narrador, obtuvo del Tercer Premio Municipal de Literatura de la Ciudad de Buenos Aires, bienio 2000-2001. Fue, además, distinguido por la Secretaría de Cultura y Medios de Comunicación de la Presidencia de la Nación Argentina, Promoción a la Edición de Literatura Argentina, en 2001. Fue finalista del concurso Internacional Poesía en tierra, organizado por el Centro de Cultura de España, en la Argentina, y la editorial Fondo de Cultura Económica, de México en 2003. Fue honrado con el Fondo Metropolitano de las Artes y las Ciencias, de la Ciudad de Buenos Aires. Resultó ganador del premio Le Mie Parole Altrui, en Italia, con traducción de la doctora Pamela Cologna, auspiciado por Giovane Holden Edizioni en 2007. Fue finalista del V Premio Internacional de Poesía Víctor Valera Mora.
Publicó: Sin conchabo corazón (poesía, 1993); Fabulosas alimañas de la pampa (narrativa, 1996), Hazañas y desventuras de Amulius y Numitor (narrativa, 1999), Caligramas (poesía, 2000), Miniaturas Quilmes (narrativa, 2001), La lengua de Calibán (poesía, 2005), Obispos en la niebla (poesía, 2005), Quaestiones politicae (narrativa, 2006), Argumentos para disuadir a una jauría y otros usos civiles (poesía, 2013) y Las nubes (poesía, 2015).

***

Horror vacuii

Gagarin sabe que la tierra
no es más que una quimera de los hombres,
confinados a este mundo, tan confiados.
Hay algo allá afuera que da pavura,
¿eso será lo que realmente nos mide?
Tan diminutos
los magníficos emprendimientos humanos,
aun los mil seiscientos kilómetros
de la gran muralla china resultan,
en la altura,
un insignificante verme...
Gagarin sabe pero no cuenta,
nada dice,
nada,
apenas sopla su té
que sorbe con estudiada parsimonia.


Tibias porfías

El viento y Plinio:
en el medio de tal porfía castillos, médano,
cuentos y espejismos sospechosos de toda laya,
pájaros que no pueden ser imitados, sirenas, moros,
moscas, ruda soldadesca, molinos,
animales de fuego, toda la china inexplicable,
otros animales que son del mandarín,
un mentiroso llamado Marco Polo
y un espía conocido como Mr. Burton,
el adelantado Don Pedro de Mendoza,
el alba y la aurora, rezos incomprensibles,
infinitos negros con tambores y grilletes,
una montaña de té, las tres gracias,
la peste bubónica, dos monos caí, (...)
Ho Chi Minh, y la nada espesa.
Tantos años después:
piedra sobre piedra en el pellejo del hombre.
¿Con cuál argumento exacto,
más drogados, emperifollados y soberbios,
alguien pretende detener lo que sopla?

Liliana Lukin


Liliana Lukin nació en Buenos Aires, en 1951. Egresada de Letras de la UBA, es docente en Crítica de Artes de la Universidad Nacional de las Artes. Desde 2005 coordina la Clínica de escritura poética de la Biblioteca Nacional.
Recibió, entre otros, el Primer Premio ECA de la Secretaría de Cultura de la Nación (1985) y el premio de la Fundación Antorchas (1989).
Publicó, en poesía: Abracadabra (1978), Malasartes (1981), Descomposición (1986), Cortar por lo sano (1987), Carne de tesoro (1990), Cartas (1992), Las preguntas (1998), retórica erótica (2002), Construcción comparativa (2003), Teatro de operaciones (2007), Libro de buen amor (2010), La Ética demostrada según el orden poético (2011) y Ensayo sobre el poder (2015).
En 2009, editorial Del Dock publicó su Obra reunida.

***

1.
El amor del lobo por el cordero es
una herramienta que sangra en
la comprensión de lo que no
se comprende del amor ni del lobo,
en lo que queda desgarrado del cordero.


2. 
En lo que no se comprende del lobo,
en lo que del cordero hay desconocido,
avanza la conjetura sobre la naturaleza
del amor que el cordero tiene por
el amor del lobo hacia el cordero.


3.
Pura carne, puro sentimiento
blanco, blando, frágil: ofrece
el cordero al lobo tanto
que el lobo debe dudar
antes de dar la dentellada.


(de Ensayo sobre el poder, 2015)

lunes, 14 de septiembre de 2015

Antonio Requeni


Nacido en Buenos Aires en 1930, es una de las figuras de la poesía argentina. Fue periodista del diario La Prensa entre 1958 y 1994, cuando se jubiló en el cargo de secretario de redacción. Fue corresponsal de Radioprogramas Hemisferio de La Voz de las Américas, Estados Unidos, y dirigió la revista Italpress. Fue también crítico bibliográfico del diario La Nación. Obtuvo una mención especial en ADEPA y los Premios Konex en las categorías Literatura Testimonial y Periodismo Cultural, respectivamente.
Publicó una decena de libros de poemas, un libro de cuentos para niños (fue colaborador de Billiken), un volumen de crónicas de viaje y el Cronicón de las peñas de Buenos Aires, que mereció el Primer Premio Municipal de Ensayo. También fue distinguido con el Primer Premio Municipal de Poesía por su libro Línea de sombra.
Es miembro de número de la Academia Argentina de Letras. Fue condecorado por la República Italiana con la Orden de Cavalliere Ufficiale. En la Academia Nacional de Periodismo coordinó la Comisión de Publicaciones.
Entre sus libros de poemas figuran: Luz de sueño (1951), Camino de canciones (1953), El alba en las manos (1954), La soledad y el canto (1956), Umbral del horizonte (1960), Manifestación de bienes (1965), Poemas españoles (1970), Inventario (1974), Versos en la ciudad (1974), Cuatro poemas (1985), Línea de sombra (1986), Travesías (1997).

*

Toledo

Es inútil.
La piedra sigue en pie.
La piedra que se fuga hacia lo alto.
Vanamente los siglos se enardecen
sobre el orgullo de una altiva torre
a la que nada importa.
En vano arañan, muerden, roen. Nada
pueden contra su pecho endurecido
o su frente lunar, tras la que velan
leyendas y recuerdos.

Su nombre es soledad y reciedumbre.

(A sus plantas un río hace memoria
de desdeñosas ninfas y pastores
mientras el aire en los follajes canta
con la melancolía de las églogas).

No, nada puedes, Tiempo.
Sigue imantando la ciudad el mismo
cielo que contemplaron unos ojos
alucinados, místicos, dolientes.
Y está el inquisidor. Triunfa en su oficio
el ángel ciego de la intolerancia.

Pegadas a los muros cruzan sombras;
un árabe camina hacia el recinto
de las sapientes, lánguidas delicias.
Pasa un judío de ojos cautelosos.
Un caballero se arrodilla ahora
ante la muerte, con la mano al pecho.

Tiempo, todo es inútil.

Con catedral de lágrimas, callejas,
mansiones y sepulcros y murallas,
con escudos labrados y aldabones,
toda piedra en pie, Toledo sube,
se desprende del mundo, el cielo gana,
y en un pavor de eternidad se arroja
hacia arriba, más alto.

(de Umbral del horizonte)


Perfección del instante

Recostarme en la hierba y ver el cielo
a través del murmullo de los álamos.
Seguir el lento viaje de las nubes.
Sentir mis pulsaciones acordadas
en el eco de muertes que aún persisten
en ser hondos afluentes
del amor en la tierra.
Rendir mi corazón a los aromas.
Acariciar la pulpa del silencio.
Descubrirme habitado
de unas cuantas palabras verdaderas
y escribirlas después en el rocío
o en el pecho sereno de algún árbol,
para luego borrarme, perderme para siempre.


Oscuro fuego

¿Quién necesita que yo escriba?
Sin embargo es hermoso
vivir por la belleza,aproximarse
al fuego oscuro en el que arde
la fiesta y el misterio de la vida.
Aunque a nadie le importe.
Brilla en la noche el verso
bello y desamparado
como un cuerpo desnudo.

(de Línea de sombra)

Alicia Genovese


Alicia Genovese es poeta y ensayista. Nació en Lomas de Zamora, Buenos Aires. Publicó los libros de poesía El cielo posible (1977), El mundo encima (1982), Anónima (1992), El borde es un río (1997), Puentes (2000), La ville des ponts / La ciudad de los puentes (Antología bilingüe. Québec, Canadá: Écrits des Forges, 2001), Química diurna (Alción, 2004), La hybris (Bajo la Luna, 2007)  Azar y necesidad del benteveo (Mágicas Naranjas, 2011) Aguas (plaquette, Santiago de Chile, 2012), Aguas (Ediciones Del Dock, 2013) y El río anterior. Antología personal (Ruinas Circulares, 2014). Publicó dos libros de ensayo: La doble voz. Poetas argentinas contemporáneas (Biblos, 1998) y Leer poesía. Lo leve lo grave lo opaco (FCE, 2011). Estudió Letras en la Universidad de Buenos Aires y se doctoró en la Universidad de Florida, EEUU.
Ha dictado numerosos seminarios y talleres de escritura organizados entre otros por la Fundación Antorchas, Casa de Letras y el Fondo Nacional de las Artes.  Como crítica literaria ha colaborado de en suplementos y revistas especializadas, actualmente lo hace en Otra parte semanal. Entre otras distinciones recibió la beca a la creación literaria otorgada por el Fondo Nacional de las Artes (1999) y obtuvo, en poesía, la Beca Guggenheim (2002). Ha sido traducida al inglés y al francés.
Vivió en Estados Unidos en los años ’80 y desde hace mucho tiempo pasa largas temporadas en el Delta del Paraná.

* * *



Una nadadora cruza las 103 millas
entre Cuba y Cayo Hueso,
sobre el atardecer encendido del mar Caribe;

desde un kajak alejan 
a su alrededor los tiburones 
con un aparato que emite ondas;

usa unas antiparras que permiten
la visión nocturna y a eso se limita
el despliegue tecnológico.

Cuando hunde la cabeza al nadar sucede 
lo que importa: el ser frente al obstáculo elegido
para probar que es.

Se llama Diana Nyad 
y ya cruzó
desde Bahamas, batió récords.

Tiene 61 años y no se detiene 
mas que para beber unos minutos
en el apuro de esa inmensidad.

Cuando nada parece no haber llorado nunca,
cuando nada parece que la melancolía no le hubiese roto 
los deseos nunca.

Cuando nada la fuerza 
no es solo atributo 
de los dioses.

Pero la marea en contra la obliga a desvíos hirientes 
mientras el agua brilla
como una autopista interminable en la lluvia, 

como una hoja de filodendro agigantado por la lluvia
y el fracaso ahueca el aire
como un graznido. 

Si abandona, la meta permanecerá, invisible
en la mañana después del cansancio,
en la noche anterior de la necesidad;

cuando crece la necesidad no hay sal, ni sed, ni sol 
enceguecedor que melle
la voluntad de ir.

Pero ella nada ahora. Es dura, entrenó, bracea,
no se desgastó en lo inútil;
tiene 61 años y toda una vida de nadadora.



(de Aguas)